jueves, 29 de junio de 2017

El cianocrilato y su adecuado uso sanitario

EL CIANOCRILATO Y SU ADECUADO USO SANITARIO

El cianocrilato de uso común y doméstico es un producto que no debería ser recomendado alegremente para "reparaciones de piezas humanas"


 
El mundo de los foros "y la supervivencia" está plagado de mitos y leyendas urbanas que por desconocimiento de los usuarios inundan la red de información errónea e incompleta que puede traer no pocos problemas (y eso sin entrar en los engaños, embustes y "las falsas apariencias" por cuestiones comerciales o de ego). Una de esas leyendas urbanas que lleva años creciendo y creciendo como una gigantesca bola de nieve en los foros de nuestra temática, es la recomendación (inadecuada como veremos en la forma que se hace) del cianocrilato de uso común y doméstico para uso sanitario, lo cual viene motivado porque fue un descubrimiento que como tantos otros se usó en su momento en el ámbito militar. Así que mejor un poco de historia...

Corría el año 1942, mientras se desarrollaba la Segunda Guerra Mundial, y el doctor estadounidense Harry Coover junto con Fred Joyner trabajaban en los laboratorios de Kodak en búsqueda de un material transparente adecuado para las miras plásticas de los fusiles. Así Coover creó el cianoacrilato de metilo, pero era casi imposible emplearlo porque era demasiado pegajoso y se adhería a todo. La humedad hace que los químicos se polimericen y dado que prácticamente todos los objetos poseen una fina capa de humedad, el pegado se produce en cualquier momento. Su sustancia fue un fracaso y cesó en su intento y olvido el producto por un buen tiempo. Nueve años después y tras haber sido trasladado a la planta química de Kodak en Tennessee, se volvió a topar con los cianoacrilatos monómeros. Supervisaba el trabajo en un diseño experimental de polímeros resistentes al calor para toldos de aviones. Nuevamente parecía ser un dolor de cabeza el material, pero Coover al fin notó que había algo interesante en el mismo.

El químico Harry W. Coover, en la Casa Blanca junto con Barack Obama, durante la concesión de la Medalla Nacional de Tecnología e Innovación el 17 de noviembre de 2010. Registró 460 patentes a lo largo de su vida e ingresó en el salón de la fama de inventores de EE UU en 2004. Murió a la edad de 94 años el 26 de marzo de 2011.

 Se dio cuenta que estos adhesivos tenían propiedades únicas en el sentido de que no necesitaban calor o presión para pegarse y que la unión era inmediata y extremadamente resistente. Hicieron pruebas de laboratorio con distintos objetos y todos los que utilizaron quedaban unidos de manera permanente. Ahora, consciente de que se trataba de algo importante, patentó el producto como “Alcohol-Catalyzed Cyanoacrylate Adhesive Compositions/Superglue” y comenzó a afinarlo para iniciar su comercialización. Kodak comenzó a producirlo bajo el nombre “Eastman 910” y lo lanzó al mercado en 1958, 16 años después de su descubrimiento inicial. Rápidamente el pegamento se hizo popular y comenzó a ser conocido como “Super Glue” (“super pegamento”) y Coover saltó a la fama, siendo invitado a programas de televisión para demostrar la fuerza de su adhesivo instantáneo usando apenas una sola gota. Más adelante, durante la Guerra de Vietnam, los cianoacrilatos fueron utilizados para el tratamiento de las heridas que presentaban los soldados. Los cirujanos en terreno comenzaron a implementar la sustancia rociándola sobre heridas abiertas, consiguiendo frenar de inmediato el sangramiento y facilitando su traslado de los pacientes a instalaciones médicas para ser tratados de manera adecuada. Esto último que he resaltado es especialmente importante porque como veremos este primer desarrollo del cianocrilato no está libre de efectos adversos en su uso médico.


Vietnam, la primera gran "prueba de fuego" del cianocrilato en uso sanitario.

 
Posteriormente obtuvo la aprobación por parte de la FDA para darle ciertos usos médicos, como volver a unir venas y arterias en operaciones, sellar úlceras sangrantes, detener el sangramiento incontrolable de algunos órganos blandos o el uso durante cirugías dentales.
Durante los ’60, Kodak vendió cianocrilato a Loctite (filial de Henkel), que comenzó a distribuirlo bajo un nuevo nombre (“Quick Set 404”) y en 1971 la compañía desarrolló su propia línea del pegamento y la bautizó como Super Bonder que también adquirió pronta popularidad.

 ¿Entonces, que hay de cierto en el uso del cianocrilato en uso sanitario? Pues algo como esto que vemos a continuación, ojo a la diferencia fundamental en su composición entre los de uso comercial doméstico e industrial y los de uso médico, se verá como son de distinto desarrollo estos últimos y finalmente su eficacia en la práctica y esto para el uso en que están recomendados:
Durante la guerra de Vietnam, los cianoacrilatos fueron rociados sobre las heridas abiertas sangrantes en un esfuerzo para retardar la hemorragia, mientras el soldado herido era transportado a un centro asistencial. No obstante, los etil-cianoacrilatos, tal como el Superglue, forman subproductos tóxicos (cianoacetato y formaldehído) durante su degradación, lo que puede causar una respuesta inflamatoria y retardar la curación de la herida. Por lo tanto, no fue sino hasta 1998, cuando un cianoacrilato de más lenta degradación, el octil-2-cianoacrilato, fue desarrollado y obtuvo la aprobación de la FDA para la reparación de heridas en los Estados Unidos. Mientras que el butil-2-cianoacrilato (Histoacryl, Braun, Melsungen, Alemania) está disponible en Asia, Europa y Canadá sólo el octil-2-cianoacrilato está disponible en los Estados Unidos, comercializado por Ethicon como Dermabond.

El octil-2 cianoacrilato  alcanza su máxima fuerza de unión dentro de los 2,5 minutos de aplicación y forma una unión más fuerte así como más flexible que el butil-2-cianoacrilato [46]. Una revisión sistemática de la literatura disponible (Cochrane Controlled Trials Register, Medline y EMbase) no mostró ninguna diferencia en dehiscencia, infección y satisfacción con la apariencia cosmética, cuando se repararon laceraciones usando el octil-2-cianoacrilato en comparación con las suturas estándar, ganchos o tiras adhesivas [47,48]. Principalmente en Asia, el butil-2-cianoacrilato tiene también aplicación para la embolización de várices gástricas sangrantes mediante la inyección directa del adhesivo tisular dentro del vaso sangrante [49-52]. Mientras que la inyección del pegamento dentro de los vasos gástricos sangrantes parece alcanzar una rápida hemostasia en la mayoría de los casos, alberga un pequeño riesgo de trombosis venosa mesentérica [49,53]. Algunos casos reportados describen también el uso del octil-2-cianoacrilato en radiología intervencionista para la embolización de los shunts venosos porto-sistémicos [54] y pseudoaneurismas anastomóticos [55]. Recientemente, el octil-2-cianoacrilato fue usado exitosamente en Alemania, en un estudio de una sola rama para lograr hemostasia en sitios anastomóticos vasculares en fístulas arteriovenosas y en reconstrucciones vasculares por debajo del diafragma [56]. De manera similar, el Dermabond fue usado en 17 pacientes que fueron sometidos a cirugía cardíaca, para detener el sangrado de sitios perianastomóticos [57].

Las ventajas de los cianoacrilatos para la reparación tisular incluyen una aplicación y un tiempo de reparación más rápidos, con resultados cosméticos equivalentes a las suturas estándar para pequeñas heridas e incisiones, sin la necesidad potencial de un control de seguimiento para retirar la sutura. Además, el adhesivo tisular brinda una barrera protectora contra el agua. Sin embargo, el pegamento puede romperse con los ungüentos antibióticos o jalea de petróleo, por lo que los pacientes tienen que ser instruidos para no aplicarlos sobre la herida y también para evitar el restregado del área durante aproximadamente 7 días.

Los adhesivos tisulares pueden no ser empleados para aproximar tejidos avulsionados, lesiones sobre articulaciones, manos o pies, o para reparar superficies mucosas laceradas. El uso de cianoacrilatos para detener el sangrado alrededor o cerca de anastomosis vasculares, es para la investigación solamente y, por lo tanto, no puede ser recomendado por los autores de este trabajo. Los mismos están especialmente preocupados por el riesgo de embolización de partículas del pegamento en la vascularización. Abogan por el uso del cianoacrilato para el cierre de pequeñas heridas, laceraciones e incisiones quirúrgicas, siempre que la aproximación de la herida pueda realizarse sin una tensión indebida como, por ejemplo, en la aproximación de la piel del sitio de la incisión del trócar después de una colecistectomía laparoscópica. Fuente INTRAMED http://www.intramed.net/


DERMABOND mini Topical Skin Adhesive, uno de los productos basados en el cianocrilato que si está indicado y aprobado para uso sanitario en aplicaciones concretas.

 
Como vemos ninguno de los cianocrilatos de uso doméstico e industrial se usan hoy día para uso médico porque los problemas que pueden generar no compensa su uso, y sólo hay en el mundo dos tipos desarrollados y aprobados para ello, el octil-2-cianoacrilato en USA y el butil-2-cianoacrilato en Alemania, y con todo y eso no se recomienda su uso más que en aplicaciones muy concretas. Desde hace tiempo el único sitio que conozco para adquirir estos productos por este lado del charco es en Alemania, el Dermabond en caja de 12 viales de 0.36ml y "al módico precio" de 130,87 euros más IVA y gastos de envío y el Histoacryl de Braun, que igualmente se puede conseguir en el mismo sitio que el producto de Ethicon y al también "asequible precio" de 101,61 euros más IVA y gastos de envío, en este caso son 5 ampollas de 0,5 ml.


Histoacryl adhesivo tisular, otro de los productos basados en el cianocrilato que si está indicado y aprobado para uso sanitario en aplicaciones concretas.
 Y como digo es otra historia, no son "cianocrilatos de ferretería" como los SUPERGEN de TESA, los Nural 44 y Super Glue 3 de Henkell o el Ratio 3G, por citar algunos de los más populares... Nunca he visto a nadie mostrar en un foro un botiquín en que muestren Dermabond o Histoacryl, en los foros encontramos continuamente recomendaciones como esta que acabo de copiar de uno de ellos: "Pues yo incluiría además de las tiritas un pequeño tubo de cianocrilato (el famoso Loctite o Superglue)." En la práctica como vemos lo que se suele conseguir con la aplicación de estos productos además de un mayor riesgo de infección es un retardo en la cicatrización, así que espero que con la divulgación de este artículo se pueda ayudar a desmentir una recomendación errónea que lleva demasiado tiempo extendiéndose por los foros.

Saludos. 

2 comentarios:

  1. Muy interesante y muy bien informado. Te felicito. Lamentablemente no lo que andaba buscando jeje de casualidad sabrás nombres de acrilátos que usan las tiritas como adhesivos? (nombres concretos) o información sobre la producción de las tiritas? desafortunadamente no he encontrado mucho al respecto. Cualquier ayuda te la agradecería

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias... Y a tú pregunta, lo siento, pero no, lo desconozco, no es un aspecto que a día de hoy haya estudiado, el de la composición de las tiritas, ni si usan o no acrilátos, todo no se puede saber...

      Eliminar