miércoles, 14 de marzo de 2018

 EN EL CORAZÓN DEL MAR (I)

"La historia real que el escritor de Moby-Dick
 Herman Melville no se atrevió a contar"


 Cuando en su momento y 
por casualidad supe de esta película (hacia finales del 2016) debo reconocer que no le presté demasiada atención - ¿Otra vez Moby-Dick? - fue mi primera reacción. Y por lo tanto tampoco me extrañó que nunca antes hubiera oído nada sobre ella, pese a ser del 2015, pero al leer la sinopsis, me asaltó una duda...
 "En el invierno de 1820, Owen Chase (Hemsworth) y otros marineros de la tripulación del Essex sobrevivieron en alta mar en durísimas condiciones después de que el barco chocara con una enorme ballena blanca. Owen, obsesionado con la idea de dar caza al cetáceo, se enfrentó a las tormentas, al hambre y a la desesperación. Inspirada en la historia real en la que se basó Herman Melville para escribir el famoso relato 'Moby Dick'". - FilmAffinity
 ¿Y si fuera verdad? Es decir... ¿Y si fuera verdad que esta película se basara en la tremenda historia real que ya conocía del ballenero Essex y tratara de contar lo que allí ocurrió en detalle y no lo que nos contó de forma muy suavizada Herman Melville en Moby Dick? ¡Hummm! ¡Demasiada tentación para un espíritu curioso, y afortunadamente! Al menos en este caso, porque mi curiosidad se vio sorprendente y gratamente recompensada, dado que pese a ser una estupenda película del género, no es una película que para nada esté entre las frecuentemente recomendadas entre los aficionados "a estas cuestiones de la supervivencia".


El ballenero Essex, navegando raudo y audaz hacia la tormenta...

   Y es que la historia del ballenero Essex es una de las más grandes, por terrible, de las historias de un naufragio que todo estudioso de la disciplina de la supervivencia debería conocer, como por ejemplo lo son la de la Expedición Endurance (Sir Ernest Shackleton), o la del vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya (el Milagro de los Andes), y aunque todas tienen en común que tratan de como un grupo de hombres se enfrentan a un destino incierto para ellos bajo unas circunstancias tremendamente adversas, que en todo momento amenazaban sus vidas, cada una en si misma tiene sus propias características bien diferenciadas que las hacen muy distintas entre si.




 El Essex fue un barco ballenero del siglo XIX de 27 metros de eslora y 238 toneladas de peso, que zarpó de puerto en Nantucket en 1819 para un viaje de un año y tres meses hacia las zonas de caza de ballenas en el Pacífico Sur. Nantucket es una pequeña isla ubicada a unos 50 km al sur de Cape Cod, Massachusetts, en los Estados Unidos. Sus primeros pobladores eran nativos de la tribu Wampanoag y quienes bautizaron la isla con el nombre de nantocke, "la tierra de más allá". En 1641 aparecieron los primeros colonos ingleses, que en pocos años se hicieron con el dominio de la isla, y los nativos americanos se fueron extinguiendo poco a poco por culpa de las enfermedades transmitidas por los colonos, muriendo el último de ellos, Abram Quary, en 1855.


El Nantucket de entonces.

 Pero si por algo es famosa Nantucket, y a lo que debe haberse convertido en un importante destino turístico, es sobre todo al fundamental papel que tuvo su industria ballenera, que estuvo activa desde 1712 hasta su declive a partir de mediados del siglo XIX, donde acabó siendo uno de los más importantes centros balleneros del mundo, y es que por entonces "el aceite de ballena", fue un recurso enormemente valorado y ampliamente explotado, debido a que era maxivamente usado como combustible en lámparas y en el alumbrado público, además de como cera en las velas, y siendo el primer aceite animal usado comercialmente de forma intensiva como lubricante en la industria para las máquinas de aquél entonces, como las usadas en las fábricas de algodón durante el auge de la revolución industrial (su viscosidad cambia muy poco con el calor o el frío, funciona bien a altas presiones y altas velocidades, humedece la mayoría de los metales y penetra en los resquicios más pequeños), y eso entre otros muchos usos que se le daba, de ahí que el espermaceti (el aceite de ballena más importante que se obtiene de las cavidades del cráneo de los cachalotes) era considerado un auténtico "oro líquido" suponiendo su obtención un serio inconveniente para la subsistencia de las ballenas en nuestros mares y océanos (se estima que en el siglo XIX fueron capturados entorno a los 200.000 cachalotes), de no ser gracias al desarrollo del queroseno a partir del carbón en 1846 y el descubrimiento del petróleo en las perforaciones a finales del siglo XIX, que llevó al reemplazo de los aceites de ballenas en la mayoría de aplicaciones no alimentarias (aunque lo cierto es que pese a que la cacería declinó desde la década de 1880 hasta 1946, se reactivó de nuevo con nefastas consecuencias después de la Segunda Guerra Mundial, y en la era moderna al menos fueron cazados 770.000 ejemplares, la mayoría entre 1946 y 1980).

 Instalación de la época para el molido y prensado del espermaceti.





  Y después de ponernos en situación histórica con esta pequeña aclaración del porqué los hombres de aquella época perseguían con tanto ahínco a estos grandiosos cetáceos, sigamos con el motivo principal de esta reseña, la impactante tragedia del ballenero Essex. El Essex, que contaba con tres balleneras, llevaba como capitán a George Polard Jr de 28 años para quien era su primer viaje al mando de un ballenero,  como primer oficial y arponero iba Owen Chase, y como segundo Mathew Joy. A la hora de subir a las balleneras para la caza, con el capitán iban cinco hombres de la localidad, incluido su primo Owen Coffin, y un camarero negro. Con el primer oficial, iban dos locales, el grumete Nickerson, dos foráneos y otro afroamericano. Y finalmente acompañando al segundo oficial, Joy, cuatro hombres de color y dos más forasteros. El 14 de Agosto de 1819, a los dos días de dejar Nantucket, el buque fue azotado por una borrasca que destruyó el juanete y estuvo a punto de hundirlo. Aún así, Pollard siguió adelante, cruzando Cabo de Hornos cinco semanas más tarde, pero se encontraron que las aguas frente a las costas de Sudamérica estaban casi esquilmadas, y decidieron aventurarse en los lejanos caladeros de ballenas del Pacífico Sur, alejados de la costa, haciendo escala en la Isla de Carlos en las Galápagos para coger provisiones, donde se hicieron con 60 tortugas.


Reproducción naval artesana del ballenero.

   Tras varios meses de travesía y a cientos de millas de distancia de tierra, en Noviembre de 1820, los hombres a bordo de los botes balleneros del Essex habían ya dado caza a varias ballenas y disfrutado de los "paseos en trineo de Nantucket", como la tripulación denominaba a aquellos momentos en que las balleneras eran arrastradas velozmente por los enormes cetáceos a los que quedaban enganchados una vez arponeados, cuando ocurrió lo inesperado. Según contó Owen Chase que en aquél momento aún estaba a bordo, un gigantesco cachalote, mucho más grande de lo normal, entorno a los 26 metros y quizá 80 toneladas, con su poderosa cabeza en forma de ariete llena de cicatrices y que se encontraba en la superficie a cierta distancia, después de dar varios de sus característicos y ruidosos soplidos lanzando sus impresionantes chorros que se pueden elevar hasta 15 metros, enfiló rumbo hacia el barco embistiéndolos en dos ocasiones y provocando finalmente su hundimiento, mientras el resto de la tripulación estaban persiguiendo y arponeando a otros miembros de la manada. El barco naufragó a 2.000 millas náuticas (3.700 kilómetros) al oeste de la costa occidental de Sudamérica. Tras el naufragio los marinos se embarcaron en los tres pequeños botes balleneros usándolos como botes salvavidas, con escasos suministros de comida y agua potable.


El periplo del Essex.

 Lo cierto es que el hundimiento de un ballenero por el ataque de un cachalote, aún no siendo incluso por entonces algo para nada habitual, se sabe de algunos casos más además del que nos ocupa que por entonces se dieron, y es que debido a su tamaño el cachalote podía algunas veces defenderse eficazmente de aquellos primeros balleneros. Pero si bien como narro el hundimiento del Essex no es el único caso conocido, si es el caso más famoso, y el porqué entre otras cuestiones lo veremos en la próxima parte donde entraremos no sólo a contar, sino a analizar a fondo los detalles diferenciadores de esta historia desde el punto de vista de la supervivencia, porque los verdaderos problemas y la auténtica situación de supervivencia para los veinte marinos que viajaron hasta entonces a bordo, no acababa más que iniciarse y a su pesar acabarían encontrándose, además de en el corazón del mar, "bajo la ley del mar".



Continuará...

Saludos.

A LA SEGUNDA PARTE: EN EL CORAZÓN DEL MAR (II), "La historia real que el escritor de Moby-Dick Herman Melville no se atrevió a contar" (y un liderazgo mal entendido)

1 comentario:

  1. Interesante artículo,no queda más que ver esa peli, gracias un saludo



    Lo

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