domingo, 21 de abril de 2019

ARTIC

"Precisa, honesta e implacable"
.- Oliver Jones: The New York Observer

"Una de las mejores películas sobre un hombre aislado en la naturaleza salvaje"
 .-David Ehrlich: IndieWire



 Ciertamente decir de Artic, como vemos se está diciendo, que es una de las mejores películas del género de supervivencia que se ha hecho a día de hoy, en lo tocante a que un hombre aislado en la naturaleza salvaje deba sobrevivir, es mucho decir, así que vamos a ello...


"En el Ártico, la temperatura puede bajar hasta -70° C. En este desierto helado y hostil alejado de todo, un hombre lucha por sobrevivir. A su alrededor, la inmensidad blanca, y los restos de un avión que le ha servido de refugio, vestigio de un accidente ya muy lejano. Con el tiempo, ha aprendido a luchar contra el frío y las tormentas, a cuidarse de los osos polares y a buscar comida". (FILMAFFINITY)

Si nos fijamos, veremos que de esas enormes letras de SOS excavadas en la nieve,
 sale un hombre caminando...

 El argumento de Artic es simple, se centra exclusivamente en que un hombre ha sobrevivido a un accidente de avión en el ártico y tratará de sobrevivir hasta ser rescatado. Y ahí probablemente se encuentre su gran fortaleza como película del género, y hasta cierto punto también su debilidad... Y me explico, porque lo que ocurre es que en Artic el relato de la historia simplemente se olvida de todo lo demás, a diferencia de lo acostumbrado en la mayoría de películas del género, no hay ni un sólo "flashback" (analepsis o escena retrospectiva), o sea que no sabemos ni como ha llegado allí, ni que pasado tiene, ni si le espera alguien, ni... etc. 


 Veremos siempre a su protagonista centrado en su rutina diaria para intentar sobrevivir mientras confía en ser rescatado, por ejemplo revisando las líneas de pesca para ver si hay comida, estudiando un mapa de la zona buscando posibles rutas de salida, desplazándose metódicamente con una radiobaliza a dinamo para pedir socorro, o procurando evitar un desagradable encuentro con un oso polar, el único, pero sin duda temible y gran depredador que habita en ese inhóspito entorno sobre la nieve.


Dándole a la manivela para pedir socorro, con la radiobaliza...
 Así es al menos hasta que se produce un punto de inflexión en su habitual rutina con la aparición de un helicóptero de rescate, que resulta no lo puede rescatar, y que trastoca toda su idea previa al además encontrarse con que tiene que atender a una joven mujer muy gravemente herida y que prácticamente está siempre inconsciente. A consecuencia de este acontecimiento y de la nueva situación surge en él la ya inevitable necesidad de abandonar el lugar y de intentar llegar a una estación ártica que a no muchos días aparece señalada en el mapa. 


Atendiendo a la mujer herida...

  Ve
mos entonces a nuestro protagonista ante uno de esos decisivos momentos en este tipo de situaciones de supervivencia donde se plantea el dilema de si permanecer en la zona del accidente hasta ser rescatados, o intentar salir por nuestros propios medios, lo que suele ser igualmente una tarea muy exigente y cargada de incertidumbre. Y si, ya sabemos que la recomendación suele ser permanecer en el lugar del accidente hasta ser rescatados, pero no seré yo quien ciegamente recomiende esa opción, porque además de que cada situación de supervivencia debe ser analizada en sus propias y concretas características, el estudio de numerosos y diversos casos históricos nos enseña que en algunos de estos casos quienes han sobrevivido fueron quienes se marcharon y abandonaron el lugar, porque para quienes se quedaron en el lugar del accidente o el rescate ni tan siquiera nunca llegó, o no llegó a tiempo para rescatarlos y ya habían fallecido, que para el caso es lo mismo. 


Abandonando el lugar del accidente y cargando en el trineo con la mujer herida.

 Uno de esos conocidos y tremendos casos es el del accidente igualmente de avión del Vuelo 508 de Lansa (Perú), ocurrido el 24 de diciembre de 1971, en que el único superviviente, fue la a raíz de aquello famosísima, Juliane Kopcke. Posteriormente una vez sobrevivió a su viaje por la selva, y siguiendo sus indicaciones, se dio con los restos del avión, el cual tenía la parte delantera casi intacta, y se pudo comprobar que si bien al accidente habían sobrevivido 13 pasajeros más, todos ellos posteriormente fallecieron. Pero además en el caso de nuestro protagonista, ahí no acaba todo, porque como decimos, no sólo se tenía que ocupar de él, y ahí está otro de los grandes aciertos de la película, el segundo y tremendo dilema que nos plantea...


 Mal tiempo, débiles, hambrientos, congelados... ¿Y arrastrando a otra persona moribunda?

  Cuando se trata de sobrevivir es muy frecuente que los valores humanos, aquello "que de verdad nos hace humanos" y se supone nos aleja del bestialismo, desaparezcan. Si, lo sé, son tan bonitas y conmovedoras esas frases del tipo: "Jamás te abandonaré, antes moriré a tu lado". Pero igualmente el estudio de la supervivencia y de la realidad en numerosos casos nos indica que este aspecto está pintado no sólo de blancos, sino de grises y negros... Y a partir de aquí la película nos enfrenta constante y sutilmente casi hasta el final con este segundo dilema, añadiendo "una nueva incomodidad psicológica" a la ya de por si incómoda situación... Y pueden surgir fácilmente las preguntas sin ni tan siquiera pronunciarlas "¿Arrastrar en estas condiciones a una persona moribunda que lastra mis propias posibilidades de supervivencia? ¿Merece la pena el esfuerzo? ¿Y si luego morimos los dos pudiendo haberme salvo yo? ¿Mejor la dejo? ¿Si, no?". Y la respuesta correcta es... Pues no sé, lo siento, yo no tengo "las respuestas correctas" para todo...

Pues si, hay que pasar por ahí arrastrando un trineo con otra persona... ¿La dejaremos? ¿Si, no?

  O sea, que si, que la veáis porque si que es una gran película sobre supervivencia, si bien ciertamente cruda y directa y sin adornos, donde además de ver en el aspecto técnico como el principal protagonista trata de sobrevivir, y pese a que no tiene escenas retrospectivas (que bien empleadas suelen aportar, y mucho) ni apenas diálogos, como vemos si tiene mucho más de que poder conversar... Su director es el músico y cineasta brasileño Joe Penna, que se estrena aquí a lo grande con Artic como su primer largometraje, y el actor que le da vida con una gran interpretación al protagonista, no es otro que el ya reconocido actor danés Mads Mikkelsen(1) y se estrenó en los cines el 1 de febrero de 2019. ¡Qué la disfrutéis!




Saludos.