sábado, 29 de febrero de 2020

TOGO

"El perro que a menudo recibe todo el crédito por salvar la ciudad es Balto, pero resulta que en la carrera corrió solamente el último tramo de 55 millas. El perro de trineo que hizo la mayor parte del trabajo fue Togo. Su viaje, plagado de tormentas blancas, fue el más largo por más de 200 millas e incluyó una travesía a través del peligroso Norton Sound, donde salvó a su equipo y conductor en un valiente baño a través de témpanos de hielo ". -Katy Steinmetz, Time .



  El mes que entra hará su entrada oficialmente en nuestro país Disney+, un nuevo servicio de suscripción de transmisión de vídeo en línea (si, como el de la ya "omnipresente" Netflix) operado por Disney Streaming Services, filial de Walt Disney. Y nos trae entre sus estrenos más interesantes, además de series como la ya exitosa "El Mandaloriano" (¿queda alguien aficionado al cine en nuestro país que este punto no lo sepa?), también películas, e igualmente entre estas tendrá estrenos exclusivos de factura propia como hacen el ya citado Netflix, u  otros como Amazon Prime Video. Y entre estas para estrenarse a lo grande nos traen TOGO, basada en la dramática historia real de supervivencia de todo un pueblo, Nome, en el año 1925 en Alaska, y como consecuencia, su "famosa carrera del suero".


Nome en 1916.
  "La carrera del suero a Nome de 1925, conocida también como la Gran Carrera de la Misericordia, fue el trasporte de antitoxina diftérica a través del interior de Alaska por trineos tirados por perros que se fueron pasando la posta a lo largo de 1.085 km en cinco días y medio. Protagonizada por 20 mushers —en su gran mayoría atapascos y nativos de Alaska— y unos 150 perros de trineo, se consiguió salvar al pueblo de Nome y su comarca de una incipiente epidemia de difteria"(1).


Recorrido que debía efectuar el envío del suero.

 
Nome se encuentra aproximadamente a 2 grados al sur del Círculo Polar Ártico, y aunque había disminuido considerablemente la gran población que tuvo durante los días de la fiebre del oro a principios del siglo XX, todavía era la ciudad más grande del norte de Alaska en 1925, con 455 nativos y 975 colonos de ascendencia europea. De noviembre a julio, el puerto en la costa sur de la península de Seward del mar de Bering estaba cubierto por el hielo y era inaccesible por barco de vapor. Su único enlace con el resto del mundo durante el invierno era el Iditarod Trail, un recorrido de 938 millas (1.510 km) desde el puerto de Seward en el sur, a través de varias cadenas montañosas y el vasto interior de Alaska para llegar a Nome, siendo por entonces la principal fuente de suministros los trineos tirados por perros.


(Fotograma de la película).
 En el invierno de 1924–25, Curtis Welch era el único médico para Nome y las comunidades circundantes, y en el Hospital Maynard de 25 camas sito en la localidad contaba con en  el apoyo de cuatro enfermeras. Unos meses antes, Welch había hecho un pedido de más antitoxina contra la difteria después de descubrir que todo el lote del hospital había caducado. Sin embargo, el envío no llegó antes del cierre del puerto por el invierno y no podía pedir más hasta la primavera. En diciembre de 1924, varios días después de que el último barco se fuera, Welch trató a algunos niños enfermos de lo que en principio diagnosticó como dolor de garganta o amigdalitis , rechazando inicialmente la difteria, ya que esta es extremadamente contagiosa, y hubiera esperado ver más casos en la ciudad, en lugar de algunos casos aislados. En las próximas semanas, a medida que crecía el número de casos de amigdalitis y morían cuatro niños a quienes no había podido hacer autopsias, Welch se preocupó cada vez más y empezó a pensar en la difteria.


Exterior of Maynard Columbus HospitalNome, 1913-1934, from the University of Washington digital collections.

A mediados de enero de 1925, Welch diagnosticó oficialmente el primer caso de difteria en un niño de tres años que murió solo dos semanas después de haberse enfermado por primera vez. Al día siguiente, cuando una niña de siete años presentaba los mismos síntomas, Welch intentó administrar parte de la antitoxina caducada para ver si aún podía tener algún efecto, pero la niña murió unas pocas horas después. Al darse cuenta de que era inminente una epidemia, esa misma noche, Welch llamó al alcalde George Maynard para organizar una reunión de emergencia del consejo municipal. El consejo implementó inmediatamente una cuarentena, y al día siguiente, el 22 de enero de 1925, Welch envió telegramas por radio a todas las demás ciudades importantes de Alaska para alertarlos sobre el riesgo para la salud pública y también envió uno al Servicio de Salud Pública de los Estados Unidos en Washington, DC para solicitar asistencia. Su mensaje al Servicio de Salud Pública decía:

"Aquí es casi inevitable una epidemia de difteria STOP Necesito urgentemente un millón de unidades de antitoxina de la difteria STOP El correo es solo una forma de transporte STOP Solicitud de antitoxina al Comisionado de Salud de los Territorios STOP Hay alrededor de 3000 nativos blancos en el distrito". 


El musher noruego-estadounidense Leonhard Seppala con sus perros.

   Y si, a partir de aquí es donde entra en la historia el ya por entonces famoso y experimentado musher Leonhard Seppala y sus perros, y entre estos en particular su por entonces muy especial perro guía Togo, que da título a la película que nos ocupa, y en la que se nos muestra con suficiente detalle y realismo las distintas vicisitudes en que se vieron envueltos por entonces para poder llevar a buen término la misión que finalmente les fue encomendada, y en la que realizaron el tramo más largo y peligroso del recorrido bajo unas condiciones climáticas muy adversas con enorme riesgo para sus vidas, pero no os voy a contar mucho más porque en esta ocasión no es necesario y por tanto prefiero dejar lo esencial de esta impresionante y bella historia para aquellos que no la conozcan en detalle, y que entre otras muchas cosas, nos muestra como el gran héroe fue Togo y no Balto, aunque todos y cada uno, tanto personas como perros, sin duda aquellos días lo fueron. 

Leonard y Togo por entonces...

 
La película en si, además de muy fiel a la historia, es brillante desde el aspecto cinéfilo, podía perfectamente haber sido un gran estreno en salas comerciales. Contamos además con el siempre convincente Willem dafoe como actor principal interpretando a Leonhard Seppala, haciendo una estupenda pareja de rodaje en las escenas de acción con el perro que a su vez da vida a Togo, no os la perdáis porque la emoción y el espectáculo están garantizados.





Saludos.


  1. Wikipedia.