martes, 30 de junio de 2020

LO QUE NO TE MATA... ¿TE HACE MAS FUERTE?

"Nos escondemos en la fría indiferencia al sufrimiento innecesario de otros, incluso cuando lo causamos".-James Carrol

(Publicado originalmente en el foro Todo "Pueplo" Supervivencia el Vie 4 Abr 2014).

 
Aunque es muy bonita la conocida frase "Lo que no te mata te hace más fuerte", sé que en muchas ocasiones no es verdad y el resultado es este "Lo que no te mata te deja tonto para el resto de tu vida". De ahí mi prudencia en general al abordar ciertos temas tanto en el aspecto teórico como práctico. En el aspecto teórico el mayor problema no es tanto el fondo de lo que se discute si no la manera de hacerlo, por muy dura que sea la supervivencia no debemos caer en la bestialidad, no nos debemos revolcar en lo desagradable como fin en si mismo. Lo desagradable se debe saber usar como un camino para abrir los ojos a la realidad y es que no sabemos quien puede estar detrás del ordenador leyendo lo que escribimos y el efecto que pueden tener nuestros comentarios, fotos o vídeos en quienes lo están leyendo, y creerme, los resultados pueden ser muy dispares y en algunos casos nada apetecibles. En el aspecto práctico, lo que ocurre a personas que se han visto envueltas en circunstancias de supervivencia, de gran estrés, la cuestión es mucho más clara y contundente. Hay que saber medir, con el mismo tratamiento de choque a unas personas las endureces y a otras las destruyes para toda la vida. Es el caso por ejemplo del "soldado patoso" en la "Chaqueta Metálica" (Cuando fui Boina Verde y estuve en la COE uno de mis compañeros, soldado de reemplazo, se cortó las venas...). Por supuesto uso los vídeos de ejemplo porque son de una película creo que de casi todos conocida y como digo lo desagradable se debe saber usar como ejemplo para enseñar y concienciar.

El tratamiento de choque:


La consecuencia:



 Sigamos trabajando en lo que nos ocupa. Las consecuencias prácticas de "lo que no te mata..." para ver si es verdad que nos hace siempre más fuertes. Y vamos para ello a servirnos de una relativamente reciente experiencia, la Guerra de las Malvinas. Resulta que después de la guerra son ya más los soldados que se han suicidado que los que murieron en combate. Según un informe del diario LA NACION, la cantidad de suicidios de ex combatientes argentinos e ingleses de la Guerra de las Malvinas ya es superior al número de los que cayeron durante el combate en las islas. En la guerra murieron 649 argentinos: 323 durante el hundimiento del crucero General Belgrano y 326 en el archipiélago. Aunque no hay cifras oficiales, en el caso argentino, ya se habla de una suma de entre 350 y 454 casos. La tasa anual de suicidios en la Argentina es de 8,2 cada 100.000 habitantes, en el caso de los ex combatientes ascendería a 108,7, casi 14 veces más que entre el resto de la población. Y eso que estas cifras ya son de hace unos años. Lo curioso del tema es que alguien podría pensar que en el caso de los argentinos es porque perdieron la guerra, pero... ¿y los ingleses?


"Tenemos indicios de que ha habido más veteranos que se quitaron la vida que los que murieron durante el conflicto", dijo a LA NACION Colin Waite, cofundador de la Falklands Veterans Foundation (Fundación de Veteranos de Malvinas), una asociación que funciona desde abril de 1997, con el fin de "mantener y promover un sentido de orgullo y de compañerismo entre todos los veteranos de la campaña del Atlántico Sur".

Waite, ex combatiente inglés, aclaró que no hay datos precisos sobre el número de suicidios, pero explicó que los reportes que ellos han acumulado durante los últimos años indican esa situación.

La cantidad de soldados británicos que murieron en la Guerra de Malvinas es 255. Ya en 2002, al cumplirse 20 años del conflicto, la South Atlantic Medal Association (otra organización de veteranos) había calculado en más de 250 el número de suicidios desde el fin del enfrentamiento.

Y había reclamado a su gobierno que hiciera un relevamiento de este tema, ya que también allí, como en la Argentina, no hay números oficiales sobre la cantidad de suicidios de ex combatientes.

"He hablado en extenso con una gran cantidad de veteranos de todos los servicios [de las fuerzas armadas británicas] y el dato más chocante es que dudo de que haya alguien que habiendo servido en 1982 hoy no sufra de alguna forma del síndrome de estrés postraumático (SEPT)", completó Waite.

Añadió que estaba viendo esos mismos "estragos" en las tropas de su país que participaron de la guerra en Irak.

Según señaló Waite, el gobierno británico "ha hecho muy poco" por ayudar a los veteranos: "Si te diagnostican el SEPT, quedas en condiciones de pedir una pensión de guerra, pero eso no compensa lo que uno perdió de su vida".

Soldados brítánicos capturados por tropas argentinas durante la Guerra de las Malvinas.

 ¿Cómo explicar esto? La Licenciada María Teresa Reyes (directora de la carrera de Psicología de la Universidad de Belgrano) expresa en el artículo “Guerra: Consecuencias en una sociedad” que, una vivencia se torna traumática cuando frente a un acontecimiento los sujetos no cuentan con los recursos de mediación simbólica que les permitan elaborar y resolver el hecho. Lo traumático es la incapacidad de interpretar lo que sucede, y esto hace que los efectos sean muy diferentes de acuerdo al individuo que los percibe. La participación en guerra es una experiencia traumática, por lo que entre las secuelas de índole psicológica que deja, se pueden enumerar ansiedad, depresión, angustia, fobias, stress y ataques de pánico. Un trastorno habitualmente asociado a ex combatientes, es el de Stress PostTraumático, que anteriormente se denominaba “neurosis o fatiga de guerra”. Esta secuela, en general es causada por un trauma psicológico severo o una situación en la que la salud (del individuo afectado o de terceros) puede verse en peligro o bien ante un riesgo de muerte. Los síntomas del Síndrome suelen comenzar después de 3 meses del acontecimiento que lo generó, pero depende mucho de la persona, pudiendo llegar a manifestarse años más tarde.


 Pienso que a estas alturas ya iréis viendo claro lo que estoy planteando, y es que no todo el mundo está capacitado para aguantar y soportar según que cosas, el límite hasta el que se puede "estirar la goma" sin que rompa en cada persona es muy distinto dependiendo de su personalidad y por eso hay que tener prudencia a la hora de plantear a los demás ciertas cuestiones y a la hora de nosotros mismos afrontar nuestros "retos". No todo el mundo está capacitado para ser un "férreo hombre de Operaciones Especiales" por decirlo con un ejemplo que todos entenderéis, aunque no se trate exclusivamente de eso, pero eso explica porqué las pruebas de selección a las que se les somete a los candidatos son tan duras y porqué abandonan la mayoría en el intento. Espero que este trabajo os sirva de ayuda para poder entender aún más estas cuestiones de la psicología enfocada a la supervivencia y lo que supone la exposición de las personas a hechos traumáticos.


Saludos.