lunes, 26 de abril de 2021

LA REVOLUCIÓN SILENCIOSA

"No hay diferencia entre comunismo y socialismo, excepto en la manera de conseguir el mismo objetivo final: el comunismo propone esclavizar al hombre mediante la fuerza, el socialismo mediante el voto. Es la misma diferencia que hay entre asesinato y suicidio".- Ayn Rand(1)



  A finales de 1956, antes de la construcción del Muro de Berlín en la República "Democrática" Alemana (el muro se levanta en 1961 y esta película basada en hechos reales ayuda a entender mucho del porqué), dos jóvenes alumnos de un instituto llamados Kurt y Theo, viajan en secreto a un cine del Berlín Oeste. Allí antes de iniciarse la película se emite un reportaje informativo sobre la revuelta de la población húngara contra su gobierno y las opresoras políticas socialistas impuestas desde la Unión Soviética. A su regreso a su ciudad de Stalinstadt, convencen a algunos compañeros de clase para visitar la casa cercana de Edgar, un familiar de Paul, otro de los alumnos. En casa de Edgar, los alumnos pueden escuchar la emisora libre de censura de radio RIAS, que retransmitía desde Berlín Oeste y oyen la noticia de que entre los muchos muertos por la represión contra la revuelta en Hungría, estaría también Ferenc Puskás (aunque tiempo después se sabrá que concretamente la noticia de su muerte no es cierta), un ya por entonces famoso futbolista húngaro y que era apreciado por estos alumnos. Kurt convence a la mayoría de la clase para llevar a cabo un minuto de silencio en homenaje a las víctimas en Hungría al comienzo de las clases. Esto enfada a su profesor, y el estudiante Erik le dice que es un acto de protesta. Tras otro encuentro en casa de Edgar, la clase realiza una votación y decide mentir sobre lo que ha pasado, y decir que lo hicieron como homenaje al futbolista Puskás. El acto de protesta trasciende hasta tal punto, que Kessler, una supervisora del colegio, investiga el incidente y acaba implicando directamente incluso a Fritz Lange, el por entonces ministro de educación nacional de la RDA, quien no está dispuesto a consentir semejante insolencia personándose en el centro escolar y calificando el incidente de contrarrevolucionario, y pidiendo a la clase que señale al instigador al que pretende aplicar un castigo ejemplar.


Y este es en esencia el argumento con el que arranca esta película del director alemán Lars Kraume, principalmente conocido por la también brillante película basada en hechos reales "El caso Fritz Bauer" (2015), donde en aquella ocasión nos mostraba la posterior connivencia de parte del estado alemán con miembros relevantes del antiguo régimen nazi y su persecución por el fiscal que da nombre a la misma, Fritz Bauer. Y este es un detalle para nada despreciable, porque Lars Kraume al igual que valientemente no dudó en mostrarnos en aquella ocasión a todos públicamente las vergüenzas de la Alemania y el Nazismo, no ha dudado tampoco en mostrarnos públicamente las vergüenzas de la Alemania y el Socialismo, en "La Revolución Silenciosa"(2018).


 Y es que cuando hablamos en términos absolutos de supervivencia, y como es sobradamente conocido, quien encabeza el ranking de causar masivamente la muerte en nuestro mundo (incluso por delante de nuestra especie que ocupa el segundo lugar), es el temible mosquito(2), hasta el punto que precisamente por los archivos del Instituto Entomológico de Dachau sabemos que durante la Segunda Guerra Mundial el régimen Nazi contempló su uso como arma. No obstante, no todos los mosquitos son portadores y están infectados por virus y enfermedades letales, y este preocupante y temible aspecto de su especie es dependiente de individuos y zonas concretas que favorecen su propagación en determinados y extendidos grupos de población, que pueden convertir en ese caso algunas zonas en poco aconsejables para la vida si no se toman recomendables medidas al respecto. 


   Y es curiosamente en ese aspecto, aún siendo por otras causas,  donde en nuestro mundo los mosquitos guardan gran similitud con el ser humano y ocurre en la práctica lo mismo, encontrándonos en numerosas ocasiones a lo largo de la historia con grandes grupos de población humana "temiblemente infectados" que llevan y extienden la muerte masivamente a su alrededor, pero muy al contrario que los mosquitos, principalmente entre otros especímenes de su propia especie, entre sus congéneres, como la historia nos ha dejado patente con esas cuatros grandes lacras que son el Nazismo, el Fascismo, el Comunismo y el Socialismo, y que en su afán de conquista e imposición ideológica hacia sus semejantes, han llevado y llevan, la guerra, el hambre y la muerte a millones de personas, al punto que se los podría calificar perfectamente como "los cuatro jinetes del Apocalipsis", sin duda a estas alturas estas ideologías deberían haber desaparecido TODAS ya de nuestro mundo, aunque lamentablemente no ha sido así, y por ello como digo es de aplaudir que haya directores de cine valientes que no duden en recordárnoslo.


 El guion está basado en la historia real que se cuenta en el libro publicado con el mismo título por Dietrich Garstka (1939–2018), uno de los estudiantes protagonistas del hecho real, y que debido a este incidente posteriormente huyó junto con muchos de sus compañeros a Berlín Occidental, en la RDA, la única Alemania de verdad por entonces libre, y que debido a las opresoras y marginales condiciones de vida en la Alemania Socialista comenzaba a recibir la llegada de miles de personas que hacia ella escapaban, del mismo modo que trataban de hacerlo una gran mayoría entre quienes en el resto de países que se encontraron bajo el yugo de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Ese fue el caso por ejemplo del protagonista indirecto de esta historia, Ferenc Puskás al que erróneamente se había dado por muerto, y que curiosamente en su huida finalmente decidió establecerse en España en 1958, donde como sabemos hizo una brillante carrera deportiva en el Real Madrid, y consiguiendo la nacionalidad española en 1961. No fue hasta septiembre de 1992 que dejó España y fijó definitivamente su residencia en Hungría tras la disolución de la Unión Soviética en 1991, y se incorporó a tareas técnicas de su selección. Coincidiendo con su vuelta, le fueron devueltos sus galones de teniente coronel del Ejército y en diciembre de 1995 fue ascendido al grado de coronel.


 La película es instructiva en grado sumo y ejemplar en muchos aspectos ya que nos muestra "en todo su esplendor" la clásica maquinaria represora del socialismo para cuyos dirigentes las vidas de las personas carecen por completo de valor cuando no se someten por completo a sus dictados, esa misma maquinaria represora socialista que de nuevo volvemos a ver como trata de resurgir en algunos países en nuestros días aprovechando la ignorancia de algunas sociedades que aún no han padecido su miseria y desolación, como es su costumbre DE SIEMPRE cuando quienes gobiernan finalmente se hacen con el poder y el control absoluto de las vidas de las personas que caen bajo su ideología. Tristemente aún hay personas que no son capaces "de escarmentar en país ajeno", como es el triste caso aún reciente y presente de la desolada Venezuela Socialista, aunque muy lamentablemente y en este caso lo que como vemos nos sobran, son los ejemplos.

Saludos.