domingo, 31 de enero de 2021

  EBRO, DE LA CUNA A LA BATALLA

Ningún hombre es tan tonto como para desear la guerra y no la paz; pues en la paz los hijos llevan a sus padres a la tumba y en la guerra son los padres quienes llevan a sus hijos a la tumba”.Heródoto de Halicarnaso, historiador griego.




  Pues así debería ser, desde luego que si, no parece lo más sensato "que los padres lleven a sus hijos a la tumba", pero si algo en este aspecto nos demuestra la historia es que los tontos abundan, y esta película que por cierto debería ser más conocida y recomendada (por mera cuestión de concienciación, ya se sabe que lo último que se debe perder es la esperanza), es una buena muestra de ello (como lo es también por el mismo motivo la ya reseñada en el blog LAND OF MINE), pues también se centra en uno de los más grandes disparates ocurridos durante la Guerra Civil española (17 jul 1936 – 1 abr 1939) como fue el envío al frente de batalla a una muerte segura y absurda de miles de niños y adolescentes, aún a sabiendas por quienes fueron responsables de tomar tal decisión, que así sería.

"Durante la guerra civil española, un grupo de jóvenes de entre 17 y 18 años tuvieron que ir a luchar al frente del Ebro a raíz de la movilización que ordenó el presidente Manuel Azaña. Fueron denominados la Leva del Biberón, un grupo de chicos que se vieron obligados a abandonar la inocencia para empuñar una arma y empezar a luchar. La historia se centra en cuatro jóvenes: Valentí Godall, un comunista que quiere entrar en combate; Pere Puig, un pastor que conocerá el amor durante el conflicto bélico; Jaume Comelles, un seminarista atemorizado por el odio que sienten los anticlericales por sus creencias religiosas; y Fermí Quintana, que se alista voluntariamente con la esperanza de encontrar a su hermano desaparecido. Los jóvenes son capitaneados por el mayor García, quien no perderá la esperanza de ganar la guerra. Mientras se desarrollan las batallas, el presidente de la República intenta conseguir la paz, mientras Juan Negrín, presidente del Gobierno, busca alargar la resistencia hasta que llegue la ayuda internacional.". (WIKIPEDIA)

Los cuatro principales protagonistas..
                             
 Pero no es tan extraño que esta cinta sea poco conocida, puesto que para algunas ideologías "es políticamente incorrecta", no en vano este hecho está considerado como una de las mayores vergüenzas, sino la mayor "vergüenza" de la Segunda República en la Guerra Civil(1), y ya se sabe que hay quienes gustan de presumir constantemente "de que eran los únicos buenos" (como si en aquella guerra y habitualmente ocurre en todas, no hubiera buenos, malos y descerebrados a montones en los dos lados). 


 Para nada debería sorprender por tanto que muchos de aquellos "soldaditos"  una vez allí asomaran la mano por encima del parapeto buscando una bala que les hiriese, para así ser retirados de aquella trágica pesadilla. Y es que esa fue una de las escasas posibilidades que tenían para poder sobrevivir al conflicto, esa o como muchos centenares hicieron, haber desertado con fortuna para no ir al frente, estos últimos conocidos popularmente con el sobrenombre de los “emboscados”, porque ni que decir tiene que eran también muchos los que no compartían aquellos disparatados procederes de quienes estaban al mando de la República. 

Cartel del Partido Socialista Unificado de Cataluña contra los emboscados y desertores, obra del artista Jacint Bofarull.

 De hecho por entonces las deserciones en el bando republicano se sabe por biografías de la época que fueron una constante en aumento(2), aunque si, quedaba y queda muy bonito para las interesadas y sesgadas crónicas el vender "el gran heroísmo ideológico" de aquellos jóvenes combatientes, cuando ese caso ciertamente era el de tan sólo una minoría, y la gran mayoría de quienes se vieron obligados a combatir, pues eso, fueron obligados, y si se lo hubieran permitido "hubieran salido corriendo para casa con sus mamás", que por cierto era donde deberían haber estado, ayudando en casa y no luchando por causa de algunos dirigentes hambrientos de poder y cegados por perniciosas ideologías por entonces emergentes y que con el paso de los tiempos se han mostrado claramente nefastas para los pueblos, como quedaría en evidencia años después con el paso del tiempo en su deplorable y máximo exponente, La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, esas de la que la gran mayoría de sus ciudadanos igualmente "saldrían por patas", si podían...

Los por entonces Presidentes del Gobierno de la II República, Juan Negrín, y el también Presidente de la II República Manuel Azaña debatiendo si hay que mandar a los guajes o no a morir... (si, y esto como curiosidad que hay quien no se entera, las repúblicas españolas tienen estas cosas, te quitan al Rey para poner en su sitio a un Presidente, "el puesto, el séquito y los gastos" se mantienen, sólo que con un lavado de cara...).  

 O sea que este film muestra de forma bastante acertada parte del caos que por entonces reinaba en el bando republicano (si, parte, no todo, aún había mucho más), a la par de la estupidez y el disparate ya sabido que supuso aquel enfrentamiento entre hermanos, y esto incluso literalmente en algunas ocasiones, como también en ella se nos muestra. Aunque todo ello no por sabido, para nada quiere decir aprendido ni comprendido en nuestros tiempos, no hay más que ver hoy en día los igualmente enfrentamientos que por cuestiones de ideología y nacionalismos ocurren entre miembros de una misma familia exactamente en algunos de los mismos lugares aquí mostrados, como es el caso de Cataluña, ciertamente los tontos siguen campando a sus anchas entre nosotros a la hora de dirigir al pueblo y deseando la guerra y no la paz, y es que tristemente en estas cuestiones de vivir o morir al final lo que siempre queda es lo que se hace, no lo que se dice, y como vemos lo que se sigue haciendo no pinta nada, pero que nada bien... 

¡Hala, vamos a hacer la guerra, aunque casi ninguno esté preparado para ello!
¡Qué dicen que hay qué saber morir "por causas nobles"!
 
 Esta película fue galardonada con el premio Gaudí a la mejor película por televisión en 2016, año de su estreno.