Una de las situaciones más comprometidas que podemos tener y a que a todos nos atemoriza de sólo pensarla es aquella de que cuando vamos al volante de un vehículo en este nos fallen los frenos. Aunque lo cierto es que es un tipo de situación que en el caso de los modernos turismos es bastante excepcional (otra cosa es en el caso de camiones de gran tonelaje donde no lo son tanto, y lo digo con conocimiento de causa), de vez en cuando podemos ver aparecer algún vídeo donde nos proponen una serie de consejos para superar este tipo de inconvenientes.
El caso es que de todos los que he visto a día de hoy no hay ninguno que explique suficientemente tal situación, y lo que es más lamentable, hay alguno que además servirá para que quien siga sus consejos llegado el caso no tenga prácticamente ninguna posibilidad de evitar un accidente, que de actuar con conocimiento de causa en muchos casos se podrá evitar. Entre estos lamentables consejos he llegado a ver desde quien manda echar el freno de mano de golpe, a quien nos dice que prescindamos por completo de él, o incluso quien nos recomienda poner el vehículo en punto muerto, cosas que como veremos en el vídeo que he hecho de demostración no son precisamente las más recomendables ni los mejores consejos que podríamos esperar.
Y por supuesto hablamos de situaciones donde nos hemos quedado sin frenos en absoluto, si lo que hemos sufrido es una pequeña perdida de líquido que reduce la frenada, pero no nos inhabilita por completo el sistema, podemos por ejemplo probar a bombear rápidamente el pedal para ganar en frenada y detener el vehículo, además de las otras medidas que en mi vídeo recomiendo para el caso que la pérdida de frenada sea absoluta. Luego hay otro tipo de medidas completamente desesperadas, como son las de intentar frenar el vehículo por fricción contra por ejemplo las vallas de protección, pero además de que como digo son desesperadas, no en todos los sitios tenemos las vallas de forma conveniente a nuestra disposición.
Distinto es el caso de las pistas de frenado de emergencia que son trampas de grava y arena y que podemos encontrar en muchos puertos de montaña con fuertes pendientes, que incluso están diseñadas para detener en buena medida camiones de gran tonelaje. Las zonas de frenado de emergencia en nuestro país son de unos 100 metros de longitud y tienen entre cuatro y cinco metros de ancho con una pared de hormigón lateral que ayuda a contener el vehículo y lo encarrila hacia la grava. El lecho de grava tiene alrededor de medio metro de profundidad en su parte más honda, hacia el final. De ese modo la inercia del vehículo se disipa progresivamente conforme se va hundiendo, suavizando así la deceleración. Por si acaso al final de la trampa hay un montículo de arena a modo de última barrera, pero tampoco en todos los sitios tenemos pistas de frenado de emergencia de forma conveniente a nuestra disposición.
Así que como digo, y visto lo visto, pues me he decidido a realizar un vídeo con una explicación sobre el tema, esperemos que se pueda aclarar un poco más el asunto...
Saludos.
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