En la tercera parte del estudio de la A.C.S., terminábamos así:
“¿Cuales son esas tensiones físicas y mentales comunes que afectan a la capacidad de enfrentarse con una situación de supervivencia? Dolor, frío, calor, sed, hambre, fatiga, aburrimiento, soledad...”
Vamos a acercarnos entonces a estas tensiones, a estos grandes enemigos de la supervivencia, para comprender mejor en que forma trabajaremos llegado el caso sobre ellas, aún teniendo claro que cada una de ellas merecería un exhaustivo trabajo. Pero nos servirá para entender mejor el porqué de los desafortunados hechos acaecidos en las reseñas que vimos en el anterior capítulo sobre Ed Wardle, Chris McCandless, y Carl McCunn, así como en cualquier otra situación de supervivencia.
Aunque antes me gustaría hacer una aclaración. Cuando por primera vez presenté este tema en un foro, alguien me planteó y creo que con acierto, si el miedo sería un factor más a añadir a estas tensiones o sería un factor que los englobaría a todos. Efectivamente, el miedo siempre está en el origen de muchos de los comportamientos erráticos y absurdos que tenemos las personas. He dedicado muchas horas a estudiar y entender el miedo y, la realidad es que las personas no son conscientes hasta que punto el miedo condiciona sus vidas, oculto casi siempre bajo mil razones exculpatorias para poder justificar nuestros actos y que en nuestro consciente no parezcamos "unos cobardes". Pero explicar unos modos de comportamiento reduciéndolos al miedo, decir: "lo mejor para sobrevivir es controlar el miedo"; aunque sea una gran verdad, es demasiado abstracto. En la práctica no se entenderá, no se sabrá realmente lo que se tiene que hacer. De ahí que considero que el mejor camino para combatir el miedo es el conocimiento. Suelo afirmar que en general, "la ignorancia lleva al miedo, y el miedo lleva al caos". Por eso estudiamos, nos preparamos y nos prevenimos buscando "la verdad" en la supervivencia, porque cuanto más conocimiento fiable y contrastado tengamos sobre que ocurre en el proceso de la supervivencia, tanto en el aspecto físico como psicológico, menos miedo tendremos y más probabilidad tendremos de sobrevivir :idea: . Otra cosa sería hacer un trabajo desde un punto de vista teórico de lo que es el miedo, ¡un gran aliado! :shock: y de lo que realmente es un peligro cuando comienza a hacer aparición y dejamos que sea nuestro único dueño, ¡el pánico! Pero ahora sigamos con las tensiones habituales en supervivencia.
- Dolor: El dolor es la forma que tiene el cuerpo de expresar que hay una lesión. Esto en si mismo no es perjudicial, pero evidentemente resulta molesto. A veces no percibimos el dolor si nuestra mente está ocupada en otros temas, pero si no hacemos nada al respecto, el dolor nos acabará doblegando y nos puede debilitar la voluntad de sobrevivir. Sin embargo, se puede llegar a soportar el dolor si:
. Se comprende su origen y naturaleza.
. Se reconoce como algo que se puede soportar.
. Nos concentramos en las actividades que tenemos que hacer y seguimos ocupados.
. Nos enorgullecemos de la capacidad de soportarlo.
. Tenemos una preparación previa con una mentalización adecuada.
Hay que tener así mismo en cuenta que el umbral del dolor no es el mismo para todas las personas. La misma lesión de entrada para algunos será insoportable y otros podrán asumirla sin que les suponga un lastre excesivo. Esto que ocurre en todas las tensiones, en esta en concreto quizá es menos evidente y hay que valorarlo convenientemente si estamos en grupo para evitar conflictos y sufrimientos suplementarios. Se sabe que la preparación psicológica aumenta el umbral del dolor, o sea, que un dolor que para una persona anteriormente podía ser insoportable puede llegar a ser tolerable, de ese tema hablaremos cuando abordemos el entrenamiento en su capítulo correspondiente de la A.C.S.
- Calor: Una exposición prolongada y no habitual al calor produce debilidad. Sin embargo, el cuerpo puede adaptarse con bastante éxito a temperaturas elevadas. La circulación sanguínea, el cuerpo, el corazón y las glándulas sudoríparas tardan de dos a seis días en adaptarse un clima caluroso. Cuando no tengamos más remedio que exponernos al sol directamente en un clima caluroso, hay que cubrirse la cabeza. En este sentido seamos siempre previsores y anticipemos el taparnos incluso antes de que sea realmente necesario, si esperamos a sentirnos incómodos ya será tarde, procuraremos si es necesario hacer un gorro de "fortuna" con alguna prenda u otro material que nos pueda servir para tal fin. Si llevamos crema protectora, podemos ir sin mangas y sin perneras, si no mejor ir cubiertos para evitar quemaduras y no olvidar echar protector en la cara y en el cuello. Si la situación lo permite, es mejor no realizar esfuerzos durante las horas de máximo calor.
- Frío: Que decir del frío y la hipotermia, la conocida "muerte dulce", aunque es un apartado que en general es de los que más se tiene en cuenta por la mayoría de personas en todas sus actividades, tengo pendiente un post para abordar este tema con mayor detalle y comentar algunas peculiaridades que no son tan comúnmente conocidas, sobre todo para quienes se inician en el estudio de estas materias (en su momento lo enlazaré aquí).
- Sed: Dos de los problemas más graves de la supervivencia son la sed y la deshidratación. La sed, aunque no sea extrema, puede limitar la capacidad de raciocinio y llevarnos a tomar decisiones equivocadas (y lo digo por experiencia propia). Hay que beber en abundancia donde haya una provisión suficiente, sobre todo si ingerimos alimentos. Si el suministro de agua es reducido, hay que reducir la ingesta de alimentos. El cuerpo necesita una mayor cantidad de agua para transportar los desechos alimentarios ya que cierta cantidad de agua es absorbida en el intestino delgado, aproximadamente la equivalente a la aportada por la bilis y el jugo pancreático. La principal función del colon es absorber agua y reducir los desechos a consistencia semisólida, lo que origina que el cuerpo se deshidrate con más rapidez. Casi todas las etapas de deshidratación se pueden revertir bebiendo agua en cantidad suficiente.
- Hambre: Un deseo de comer no satisfecho afecta a la actitud, a la moral y al deseo de sobrevivir. Si este estado no cambia, aparecen los siguientes síntomas de desnutrición: pérdida de peso, debilidad, mareos, pérdida del conocimiento al ponerse de pie apresuradamente, velocidad cardíaca más lenta, mayor sensibilidad al frío y aumento de la sed. En muchas zonas pueden encontrarse gran cantidad de vegetales o animales que quizá no haya considerado como alimentos (sobre todo los primeros donde la inercia de la costumbre nos puede llevar obsesivamente a buscar la carne la-cruda-realidad-f6/la-debilidad-de-la-carne-t66/ ) . Para sobrevivir, es preciso vencer los prejuicios alimentarios e ingerir cualquier cosa que sea comestible psicologia-f5/que-asco-de-vida-t172/ . Y no debemos olvidar que lo peor son los primeros dos o tres días, ya que según recientes estudios, el cuerpo tiene un dispositivo automático para suprimir el apetito. Es un compuesto llamado quetona, para la descomposición de los productos de los ácidos grasos. Cuando se ayuna, el cuerpo aumenta la producción de quetonas, que se libran en la corriente sanguínea. A medida que aumenta la cantidad de quetonas disminuye el apetito.
- Fatiga: Sentirse cansado también reduce la capacidad mental, hace que estemos menos atentos y mostremos indiferencia. El esfuerzo excesivo causa fatiga, pero también indefensión, falta de objetivos, insatisfacción, frustración, apatía y aburrimiento. El descanso, evidentemente, es el medio principal de vencer la fatiga causada por una actividad física excesiva. Es posible detectar el momento en que alcanzaremos este estado que afectará a nuestra capacidad mental y física. La fatiga causada por una actitud mental negativa puede ser vencida a veces con un cambio de actividad, con la realización de un ejercicio suave o conversando con los demás compañeros. Tampoco podemos dejar de ser previsores en este aspecto y debemos tener en nuestra vida cotidiana una preparación física razonable que nos permita abordar con ciertas garantías los esfuerzos necesarios en una situación imprevista de supervivencia. No, no se trata de estar preparados para correr “La Marathon”, sobre ese tema hablaremos también cuando abordemos el entrenamiento y su planificación para la supervivencia en esta serie de trabajos sobre la A.C.S. Así mismo dentro de este apartado podemos incluir la fatiga por no dormir. La fatiga no es lo mismo que la somnolencia. Por lo general, la somnolencia es la sensación de una necesidad de dormir, mientras que la fatiga es una falta de energía y de motivación. La somnolencia y la apatía (un sentimiento de no importar qué nos suceda) pueden ser síntomas que acompañan a la fatiga. Algo que habitualmente no veo comentar es que nunca debemos descuidar el dormir un mínimo razonable de tiempo (el número de horas depende de cada persona en concreto), puesto que al hacerlo no sólo descansamos físicamente, sino mentalmente, una persona que permaneciera tumbada durante varios días sin realizar ningún tipo de actividad física y limitándose a descansar el cuerpo, acabará irremediablemente teniendo problemas graves y enfermando. Recuerdo al respecto unas pruebas que hicieron en el ejército de Israel donde tuvieron durante varios días a algunos de sus pilotos de combate sentados en los cazas sin permitirles dormir para ver cuanto tiempo podían ser operativos de forma razonable antes de tener problemas serios. Se consideró que entorno a los tres días (una vez más el 3) era el tiempo prudencial en que podían estar continuamente de servicio antes de empezar a tener incluso alucinaciones donde veían ya lo que no había en el cielo si tenían que volar en esas condiciones :? . La fatiga puede por tanto ser una respuesta normal e importante al esfuerzo físico, al estrés emocional, al aburrimiento o a la falta de sueño.
- Aburrimiento: La reiteración y la uniformidad son dos factores causantes del aburrimiento. Con el aburrimiento viene la falta de interés, las sensaciones de tensión y la ansiedad o depresión. Sobre todo cuando no vemos la luz al final del túnel y nos sentimos frustrados por ello. Para vencer el aburrimiento, tengamos siempre cual es nuestro objetivo LA SUPERVIVENCIA, y observemos cómo las tareas que realizamos encajan en el plan general. Aquí la iniciativa de la que hablamos en LA FLEXIBILIDAD resulta una gran aliado, busquemos soluciones y trabajemos en ellas, no nos dejemos arrastrar por el aburrimiento a un pozo cada vez más hondo :(
- Soledad: Esta es una tensión que casi todo el mundo tiene en cuenta, pero que casi nadie entiende en su auténtica naturaleza. No deja de provocarme un sentimiento de estupor el ver como en algunos foros hay quien presume de “su gran capacidad para vivir solo”. Gran ignorancia demuestran quienes hablan de ese modo, pues están teorizando y realmente desconocen lo que es verse sometido a la presión en aumento constante para el común de los mortales de que pasen los días y estemos solos y sin nadie a nuestro lado con quien compartir nuestras cargas. Es muy bonito y hasta gratificante marcharse unos días por ahí uno solo y cuando nos apetezca volver al “rebaño”, pero eso no es la “soledad en supervivencia”, una soledad forzada e impuesta por accidente o por ignorancia, por una circustancia imprevista y no deseada, y de la que trataremos de escapar a toda costa porque nos devorará desde dentro como un parásito. Sentirse aislado, y especialmente bajo condiciones que hacen peligrar nuestra vida, suele provocar un motivo de tensión y una sensación, que puede conducir a la aparición de sentimientos de indefensión y desesperación. La autosuficiencia desempeña aquí un papel fundamental a la hora de superar estos sentimientos.
Una de las mejores recreaciones de lo que es el problema de la soledad
en una situación de supervivencia la podemos ver en la película Naúfrago
Una vez más, para todo esto, el entrenamiento previo es fundamental. Si durante nuestra vida hemos desarrollado la autosuficiencia, si hemos aprendido a manejarnos por nosotros mismos, a sentirnos cómodos cuando estamos solos forzadamente, y a aceptar nuevos entornos y enfrentarnos con nuevos problemas. Aquí gozamos de cierta ventaja quienes tenemos formación militar, instruidos para ser activos, para planificar y para pensar con un propósito deliberado, para tener iniciativa. Importantes medidas para contrarrestar la soledad que no obstante cualquier persona puede adquirir. Con práctica se puede aumentar la autosuficiencia, es decir la capacidad de funcionar de forma completamente autónoma. Así en una situación de supervivencia, cada día tendremos oportunidades de hacerlo. Tomar nuestras propias decisiones y depender de nosotros mismos, explorar nuevas situaciones y solucionar nuevos problemas. Aprender a aceptar la realidad de nuevas situaciones o de emergencias y, en consecuencia, tomar las acciones adecuadas. Este es uno de los requerimientos psicológicos más importantes para la supervivencia. No apoltronarse y no obsesionarse con ideas negativas. Una técnica que personalmente he desarrollado con éxito para no caer en las obsesiones consiste en la "distracción" (un tema que también abordaremos más a fondo en la siguiente parte). Cuando nos viene a la cabeza repetidamente una misma idea negativa hay que procurar centrase en una actividad que nos distraiga en vez de luchar contra ello para no retroalimentar el pensamiento. Así que sobre todo ¡Manteneros ocupados!
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