Un pastor y mi mujer en una de nuestras acostumbradas salidas por zonas con mastines |
Un tema recurrente en muchos de los aficionados en las salidas al campo o la montaña es el de la problemática de los perros “agresivos”. Y lo pongo entre comillas porque lo que ocurre salvo excepción es que por ignorancia "los que somos agresivos somos nosotros" aunque no seamos conscientes de ello. Los perros tienen su propio lenguaje y normas de comportamiento, algo que por evidente como suele ocurrir con tantas cosas, se ignora, y es nuestro desconocimiento de estos factores lo que provoca en la mayoría de las ocasiones situaciones desagradables que hubieran sido fácilmente evitables. Por añadidura, para complicar aún más las cosas, ocurre que entre los mejores amigos del hombre al igual que ocurre con nosotros, cada uno tiene su propio carácter. Así que a la hora de tener un encuentro con un perro son muchos los factores que debemos valorar para intentar que todo ruede de forma satisfactoria, hay factores fijos pero también variables que pueden complicar la valoración de las situaciones y máxime si no se tiene experiencia en el trato con estos animales.
Me crié en la montaña de León, en la Cordillera Cantábrica, mis tíos y mi abuela aún tenían ganado y pasé mi infancia pastoreando y por ende acompañado siempre de perros, era impensable ir con el ganado sin la compañía de estos excelentes animales que te facilitaban enormemente las labores. Siempre los he admirado y tratado de entender y comprender, pero no sólo de perros pastores vive el hombre, hay perros de guarda, perros de defensa y ataque y perros asilvestrados. Cada uno de estos tienen sus propias normas y los más peligrosos para nuestra afición son estos últimos, los asilvestrados y especialmente cuando forman jauría. Las jaurías de perros asilvestrados no tienen excesivo miedo al hombre porque están acostumbrados a su trato, son “cazadores” en busca de comida al no tener a nadie que les asegure el sustento y realmente es uno de los casos donde puede ser realmente difícil evitar una confrontación. Afortunadamente es bastante improbable el encontrarse a día de hoy con una jauría de perros asilvestrados en nuestras salidas, menos aún con perros de ataque, y con los de guarda que están en chalets o fincas pues hay que procurar cuidarse de invadir el terreno o fincas que estén guardando y por supuesto avisar siempre a sus dueños para que tengan controlado al animal si tenemos que “entrar en su espacio”. Lo más frecuente es que nos encontremos con perros pastores, y entre estos los mastines son quizá los menos comprendidos por el “gran público”:
"El Mastín español es un perro de gran inteligencia, manso y noble. Aunque puedan parecer no muy cariñosos e independientes por mantener las distancias incluso con sus dueños, el Mastín no dudará en dar su propia vida para proteger la de sus amos. Un perro muy seguro de si mismo, conocedor de su fuerza, no dudará en defender su territorio ante la amenaza de extraños. Es bastante territorial por lo que necesita el aviso del dueño para tratar correctamente a las visitas". (1)
Creo que queda claro que al ganado acompañado de mastines enseñados para guardar no debemos acercarnos como no estén con el "amo". Los mastines enseñados para guardar el ganado cuando están solos son más peligrosos que los lobos porque no tienen miedo a las personas (cosa lógica porque también deben evitar que robe "su" ganado algún maleante). Nunca se debe pasar la "línea roja", y si es necesario se da un rodeo que yo lo tengo hecho muchas veces y no pasa nada. Pero ¿Cómo saber donde está la "línea roja"? Hay quien ha llegado a decir que es imposible de saber, y me lo creo, si no tenemos experiencia en estas situaciones puede ser realmente difícil para un profano en la materia no “invadir” terreno que el perro considere que debe salvaguardar. En la mayoría de las ocasiones las personas ignoran estos detalles así que difícilmente pueden entender que es lo que realmente está pasando, solamente verán a “unos perros cabreados y agresivos que corrían como unos posesos hacia nosotros y que amenazaban con comernos” y no comprenderán “que ya han metido la pata donde no debían”. Si vemos ganado en campo abierto procuraremos siempre guardar una buena distancia, pero no puedo dar una cifra concreta porque esta siempre depende de la configuración del terreno, de la finca y de los propios perros. Si hemos mantenido una buena distancia los perros pueden iniciar una carrera hacia nosotros pero harán alto a una distancia aún lejana a donde nosotros nos encontremos, donde hacen alto es donde ellos marcan la "línea roja", así que en ese momento podemos valorar el margen que tenemos para continuar en la dirección que llevamos o si debemos ampliar la zona de seguridad.
Sé que abundan los “montañeros” de “gatillo fácil” que armados con sus sprays de defensa personal piensan en su desconocimiento que es la forma correcta de solucionar este tipo de situaciones, pero como he explicado no suele ser el mejor método. Llevo muchos años saliendo al monte y como dar un rodeo no hay nada, nunca he tenido un problema serio y he tenido muchos contactos visuales con perros pastores y mastines, además se supone que salimos a “patear”, no hay que hacer de ello una cuestión de orgullo y “pasar por encima de su cadáver”, el monte aún es muy grande y creo que debemos tener nuestro lugar todos.
¿Será un león? No, pero casi, es un mastín leonés,y pueden llegar a los 100 kg. de peso, sólo les falta la melena... :D |
Por supuesto, como digo hay excepciones, si vamos por un camino o vía pública no es de recibo que salga un perro a por nosotros y lo podremos denunciar. En estos casos es muy importante mantener la calma y no ceder terreno al "adversario", permanecer firmes, pero tampoco es necesario ser desafiantes, y sobre todo tener mucha, pero mucha paciencia. Es ahora donde si la cosa va a mayores podría ser conveniente hacer uso de un spray, aún así en situaciones que he tenido de este tipo nunca he necesitado emplear ningún tipo de arma para solucionarlas.
Y de momento nada más, espero haber podido arrojar un poco más de luz sobre este tema, y como supongo que habrá opiniones ya se añadirán otros matices que vayan surgiendo que esto se está haciendo muy largo y os vais a dormir.
Saludos.
1. http://www.todoperro.es/razas/mastin.html
Algunas veces los perros ladran por miedo. Alguna vez me ha pasado y me he dado la vuelta. Para quien no lo sepa, en caso de necesidad extrema y último recurso, el morro -cuanto más a la punta, mejor- es su zona más débil y para separarles de algo cuando están mordiendo, lo mejor -hay que tener valor, claro- es agarrarles de las dos patas traseras y levantarlas, tirando de ellos hacia atrás, eso les inutiliza bastante. Saludos.
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