domingo, 11 de febrero de 2018

THE SURVIVALIST, o como intentar sobrevivir al fin del mundo

 THE SURVIVALIST

O como intentar sobrevivir al fin del mundo "en solitario" y el mito del "perfil bajo" en el preparacionismo




 La historia de este film nos traslada a un momento en el futuro donde la humanidad ha llegado a un punto de agotamiento de sus recursos energéticos, lo que ha provocado una enorme mortandad de la población mundial, y que esta se encuentre sumida en el caos. Es por tanto una película del género postapocalíptico tan de moda hoy en día, de esas donde una minoría de la población mundial que aún sobrevive lucha por seguir haciéndolo. Pero no nos engañemos, The survivalist tiene el suficiente gancho y calidad sobrada para dejarnos pegados a la pantalla, aún siendo una película donde los diálogos apenas existen, lo que dice mucho del vigor narrativo que su director Stephen Fingleton ha sabido imprimir a la que además ha sido su obra de debut en el cine de larga duración, o sea en el largometraje, ya que todo su bagaje en este campo antes de esta obra eran dos cortos.




   Y es que The survivalist "coge el toro del survivalismo por los cuernos", es directa y cruda, sin por ejemplo necesidad de caer en el gore más desenfrenado como ocurre en muchas películas de este género, o de recurrir a monstruos imposibles, alienígenas o zombies, "tan sólo" se limita de forma realista a plasmar como deberían ser ese tipo de situaciones en las que nunca podríamos dejar de vigilar ni tan siquiera nuestra propia sombra, porque simplemente en unas condiciones como las plasmadas en la película las amenazas sobre nuestra vida siempre estarían presentes, y debido a ello como bien nos muestra la película una simple herida de poca gravedad que en nuestras condiciones actuales y con nuestros abundantes medios y recursos resultaría inofensiva, en un escenario semejante, nos podría fácilmente matar.



Parece una buena cabañita "para disfrutar plácidamente del fin del mundo", parece...

 Al respecto de como sobrevivir en este tipo de escenarios "futuros" apocalípticos (en realidad este tipo de escenarios ya existen en nuestro actual mundo para millones de personas que sobreviven en condiciones infrahumanas carentes de los recursos y la abundancia del primer mundo), son muchas las veces que he visto plantear en asuntos de preparacionismo como recomendables algunos procederes que difícilmente se ajustan a lo que dicta la experiencia y ni tan siquiera el sentido común, y entre estos destacan sobremanera por su reiteración el del "perfil bajo", y el de "la cabañita en el monte". Y precisamente de ambos se ocupa en gran medida la película, nuestro protagonista es "un lobo solitario" que vive aislado en una cabaña, "cual inofensivo granjero", dedicado principalmente a atender un pequeño huerto que es su principal sustento, además de estar en constante alerta y emplear las medidas que estima convenientes para procurarse seguridad, que como digo nunca sobrarán y son imprescindibles en esas circunstancias en que se encuentra.





 Y así transcurre su día a día, entre la precariedad y los sobresaltos, además del remordimiento por una acción de la que su sentimiento de culpabilidad no le deja descansar en paz (por ese tipo de hechos que las personas jurarían que nunca harían, pero que en situaciones extremas de supervivencia, salvo honrosas excepciones, suelen hacer), cuando hacen su aparición para complicar aún más las cosas, dos mujeres, madre e hija que en su deambular en busca de algo mejor, y sobre todo de algo que llevarse a la boca, 
topan con la cabaña de nuestro protagonista.

¡Hummm! ¿Son buenas, son malas? Son...

 Y es muy interesante, además de creo igualmente muy acertado, el tratamiento que se le da en la película a la interacción entre ambas mujeres y el hombre, una complejo cóctel de necesidades físicas y emocionales, de intereses, de humanidad, y por supuesto dadas las circunstancias, también deshumanidad, ya que inevitablemente está motivado todo ello por la ausencia de aquello que como es evidente en condicionales normales en nuestras aún hoy en día acomodadas sociedades del primer mundo, generalmente sobra, alimentos, abrigo, refugio, compañía, seguridad, etc. Evidenciando que detrás del guión de la historia hay un gran trabajo no sólo situacional, sino también psicológico, en cuanto reflejo de como se comportan algunas personas cuando en función de las circunstancias, "pueden dejar de ser personas".




 Pero con todo y ello, no lo voy a negar, sobre todo "me encanta" como la cinta con su buen sentido común y crudo realismo "destroza" los mitos a los que hacía alusión del "perfil bajo", y de "la cabañita en el monte". Y es que pensar en sobrevivir en situaciones postapocalípticas, y ni siquiera eso, en situaciones actuales en escenarios de tipo catástrofe natural o conflictos bélicos, solos en una cabaña en el monte, por mucho que "nos disfracemos" de inofensivos granjeros, me temo que no es otra cosa que una utopía cuando las más elementales normas y reglas de comportamiento desaparecen de la sociedad, no habiendo quien vele por su cumplimiento (las tan necesarias fuerzas del orden), y "los malos" campan a sus anchas.

  Y para ello no tenemos sino que una vez más estudiar la historia y mirar "en el corazón de las tinieblas", allí donde la mayoría de las personas de bien apartan la vista porque les escandaliza mirar, y ver lo que ocurrió por ejemplo a los colonos en la conquista del Oeste (y ocurrió y ocurre) en sitios como Colombia a los campesinos que viven alejados en sus cabañitas al alcance de las guerrillas, por mucho que sean inofensivos civiles, o como eran las condiciones de vida en ciudades sitiadas como las del reciente conflicto en los Balcanes, y a ver si por salir a la calle vestido de civil y "con una mochila del cole", nos librábamos de que nos saquearan y quisieran quitar lo que lleváramos encima, o incluso de que un francotirador no decidiera apretar el disparador de su fusil de precisión y acabar con nuestra vida.




 Aunque no, eso no quiere decir que necesariamente en esas situaciones estemos condenados al fracaso, al final la película nos deja un mensaje de esperanza, y nos muestra el camino para poder salir airosos, que no es otro una vez más que el que realmente ha llevado a los grandes logros de la humanidad, y no, no es aquello de "la ley del más fuerte", mensaje con el que Darwin (aunque supongo que no fuera su idea) ha llevado por una inadecuada interpretación del mismo a buena parte de nuestra sociedad a un discurso errado además de despiadado, sino el de la cooperación y el trabajo en equipo, el "todos a una", o como lo definió de forma magistral aunque lamentablemente menos conocida Piotr Kropotkin "El apoyo mutuo"(1), y es que nunca se debe olvidar que el grupo siempre es más fuerte que el individuo a la hora de hacer frente a cualesquiera que sean las adversidades, por más que algunos se empeñen en querer hacer la guerra por su cuenta.




Saludos, y que la disfrutéis.

  1. El apoyo mutuo: un factor en la evolución, es un libro que trata el tema del apoyo mutuo y la cooperación dentro del proceso evolutivo, escrito por el anarquista ruso Piotr Kropotkin durante su exilio en Inglaterra. Fue publicado por primera vez por William Heinemann en Londres en octubre de 1902. Escrita en parte como respuesta al darwinismo social y, en particular, al ensayo del siglo XIX de Thomas H. Huxley, "La lucha por la existencia", el libro de Kropotkin se basó en su experiencia del día a día en expediciones científicas en Siberia para ilustrar el fenómeno de la cooperación. Tras examinar las pruebas de la cooperación en comunidades de animales no humanos, "salvajes", "bárbaros", en las autónomas ciudades medievales, y en la época moderna, llega a la conclusión de que la cooperación y la ayuda mutua son tan importantes en la evolución de la especie, como lo es la competencia y la lucha mutua, en caso de no ser más.

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